Desde la repla: ESTACIÓN DE PENITENCIA
ESTACIÓN DE PENITENCIA
Estrategia, arte, teatro, como citó Otto Bismark,” la política no es una ciencia, sino un arte”, a lo que sumo, arte del que algunos se benefician notablemente de la mediocre puesta en escena, artistas de fortuna con un papel muy bien aprendido y con fachada más que corazón. Si hace unas semanas vaticinaba el mercadeo de la palabra en este mismo espacio de opinión, hoy da vergüenza escuchar a nuestros políticos tanto locales como regionales, “fueraparte” de los sinvergüenzas que ocupan el protagonismo nacional, mejor en este ni hablar, un verdadero enjambre de mercaderes en este templo que es nuestra Nación Española.
“Asinque” centrándonos en nuestro picoesquina mediterráneo, a la cabeza se sitúa la Arroyo (nunca mejor expresado), una paracaidista política en Cartagena, ciudad que la vio nacer pero que la perdió de vista, una exconsejera que ha vivido del trabajo ajeno en un sistema político parasitario más que jerarquizado, solo su protagonista presencia ha servido de letra de cambio a un PP murciano agnóstico de vergüenza, y para comprar sillones y sueldazos en Cartagena, un partido gobernado por una marioneta de la impúdica gestión de un presidente imputado y denigrado a las sombras del hastió judicial como era Pedro Antonio Sánchez y un López Miras, lacayo de la era Valcárcel, una era oscura y autoritariamente capitalina que perdura como una enfermedad viral en esta región, pero terminal. Se llevó por delante a Garre en beneficio de un alcahuete de la indigencia moral y, de aquellos barros estos lodos, una profana por autoritaria metrópoli romana sometiendo al resto de la región. La venta de humo por una extranjera en su casa es el dominador común de un nombramiento ajustado a las necesidades de una anodina política, Arroyosumida en el arroyo populista político, desarrollando a expensas del mando partidista y partidario en Murcia su particular carrera electoral yaprovechándose, en los puestos ocupados como consejera del trabajo desarrollado por los colaboradores por no decir jornaleros de interés, de su gestión, cero, todo ello en consonancia con el decálogo de los peperos murcianos, la mentira y el beneficio capitalino, el resto es verborrea de mercadillo, o mercaderes, mercaderas y mercaderos contaminando el templo de Salomón. Solo cuando el Partido Popular establezca un debate con fin socioeconómico que reparta la riqueza en provincias o comience repartir, todas, todas las consejerías por la región con el protagonismo implícito de cada una y la capital sea mera anécdota de la parte murciana, empezaré a creerme que son leales a la ciudad departamental y al resto de la región. Mientras coloquen a incompetentes en puestos de relevadacompetencia por razón de apellido o colegueo nepotico en una clara letra de cambio política con la excusa de la confianza, serán ignorados y criticados. Mientras sigan esquilmando recursos autóctonos y repudien las políticas de turismo, la industrial, el histórico liderazgo y enriquecimiento de Cartagena y demás territorios de la provincia y hagan obras faraónicas absurdas y vacías para intereses particulares como el indecente aeropuertoentre otros, sin un metro de línea de ferrocarril electrificada en la región los merecen aborrecerlos. Mientras San Esteban sea un redil de arcaicos consejeros con ideología autoritaria capitalina valcarceliana dirigidos por una marioneta presidencial producto de la corrupción como es el actual, no votado, no elegido, no querido, y todo gracias a los cantamañanas de C´s, serán señalados y demandados. El que yo demande, ignore, denuncie y aborrezca no es importante, pero la verdad aireada y argumentada duele…
Crucificados antes que condenados estamos los cartageneros y las gentes honradas de esta región, una sarta de incompetentes impuestos por sus partidos con hipoteca y bocadillo de mortadela incluido, se reparten su particular papel en este desafortunado guion de desvergüenzas amorales y de enjundias políticas en un panorama iconográfico donde la penitencia es el alma de tan irreverentes personajes.
Otro crucificado ante el sanedrín metafórico se encuentra el Presidente Garre, que alejado de la pseudo divinidad de Valcárcel, sufrió la traición del Judas de turno y ahora, esa divinidad que casi alcanzaba el pretor de entonces se revuelve en contra. Un Nicodemo alojado en lo apócrifo de evangelio, sin tropas que lo secunden, un Nicodemo que pasaba por allí y se tragó el protagonismo de una escena en la que no se veía identificado, un Nicodemo que recogió los restos del Salvador para darle dignidad a la esencia de Jesús como metáfora de una región destruida por la virulencia déspota de dos décadas de descaro institucional del Partido Popular con las traiciones, a la propia Cartagena y a los cartageneros por parte de sus representantes, nunca se luchó por la identidad de la ciudad y su despegue, nunca se respetó la esencia de un pueblo tres veces milenario. En este teatro de los misterios copiosos y vanidosos, para algunas y algunosgozosos, aparece un Barrabás de Puerto Lumbreras sin pasado alejado del adoctrinamiento, “ do ut des”, escuela o disciplina de su partido que desde su génesis estaba designado para alcanzar el cielo de lo políticamente arbitrario, pensado y adaptado, que no creado para continuismo de la banalidad política murciana, un personaje establecido a la derecha del padre político pero en el rosario de la aurora, rosario con “cuentas” luctuosas por imputaciones y archivos, y más imputaciones y más archivos y más y más... Destinado, por supuesto, a ganarse los favores de los Pilatos de entonces y de ahora. Lo cierto y verdad argumentada es que el expresidente del PP murciano, a la sazón Virrey y pesuda divinidad política, consigue casi todo lo que se propone, casi todo, pero nos obsequia otra vez con un enjuto delfín político, que no un enjuto…, que dista mucho de estar a la altura del puesto, falta clase, falta estilo, falta sabiduría, falta sapiencia y sobre todo, faltan arrestos o altura de “miras”…, una anodinaclase de teatro no le hace una estrella, a pesar de que se le ilumine desde San Esteban en detrimento del fiel votante. Como decía Ambrose Bierce “El elector goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros”. Putadas electorales.
Por otro lado, y vagando por la Calle de la Amargura se encuentra nuestra María Magdalena de Pozo Estrecho, “la fuerza” se le va por la boca, de tanto hablar y oírse, de tanto protagonismo engreído, de tanta falsedad y mediocridad sociata en esta ciudad, ésta que quería la segregación de su pueblo, la Galilea de la región y que ahora, gracias a las miserias viscerales de un MC traicionado a la vez que agnóstico devergüenza y moral la han catapultado a la alcaldía de la principal ciudad histórica del Mediterráneo, “pa mear y no echar gota” que diría el Sémola…, Si twitter es un escenario para que los tontos hagan carrera, la política es directamente proporcional a los protagonistas por ser los últimos de la clase, pero nada arrepentida y menoscabada la interfecta, una alcaldesa en horas bajas aunque no lo reconozca, con una ciudad siguiendo aguas a la gestión anterior de su compañero de nupcias políticas, la ruina establecida en deterioro de los derechos de los cartageneros, una ciudad sitiada por la inmigración, una ciudad que cada vez se parece más a una Melilla desolada o a una Ceuta desestructurada con barrios castizos como San Antón, Las 600 o Las 400 más parecidos al del príncipe en Ceuta que a una ciudad histórica y milenaria orgullo de España, incluido nuestro campo, tomado por los herederos de Almanzor, sostenidos por los españoles contribuyentes, sitiados por la inmundicia moral de nuestros gestores acomplejados por el que dirán, pero no se acomplejan por la basura que adornan las calles de la Trimilenaria y el desencanto popular, por el abandono y la falta de seguridad, por dejar a su colega trapichear con “la Cárcel” y “la Fonda del sopapo” y ahora pedir réditos en una ciudad erigiéndose como anagrama del nepotismo, incluso de la prevaricación y así lo contempla la denuncia judicial por pasarse por el forro de manera dictatorial y autócrata la ley de funcionarios y ascensos policiales producto del colegueo y de las influencias municipales de la propia alcaldesa y del concejal entre otros, este que no quiere ver como expira su vida política y la de los suyos. La de Magdala llegó a tiempo de la redención, la de Lugo tuvo su digna oportunidad de redimirse y la ciega soberbia le paso factura y ante eso, la galilea venida a más se embadurna de leche de arrogancia y se perfuma con naftalina.
Hoy, Cartagena no tiene nombre propio, no hay en las listas habitualesun político limpio con pasado brillante como la estrella de Belén, con historia lucida laboralmente y relumbrada, y además sin “cuentas” negrasen su particular rosario. No lo hay ni la hay. Y digo más, ante el crisol de banalidades que se nos ofrece, ante la oposición demacrada con resaltes en la carretera y buscando la fortuna de la errática promesa. Ante la chabacanería de charlatanes de mercadillo, de los de discurso cansino y casposo que justifican los independentismos, las reyertas coloniales hispanoamericanas como podemitas indecentes, aquí importados, los que llegan ya contaminados y corrompidos al escenario al que ellos denominan casta, junto a los colegas reos de los ERES, los más sucios y ladrones socialistas de la tétrica corrupción de la democracia y además, se creen con derecho a ello, tardo-feudales de pacotilla en el siglo XXI atesorando vanidad y soberbia amparada en la frustración.
Ante estos desafortunados cambalaches políticos no es una solución apostar por viejos concejales sin abolengo y con incierta trazabilidad, tampoco con los que han aireado sus vergüenzas en estos últimos años. Olvidarse de exconsejeros de inquieta historia, ni diputados desterrados para parcheo del Pilatos de turno y además en el ocaso. Y así, en este particular calvario electoral en el que estanos sumidos y anegados, se traslada el problema al votante, al bienaventurado “limpio” de corazón que solamente quiere ver a Dios, como metáfora de lo racional, vaya galimatías y que difícil nos lo ponen con lo fácil que podría ser. Luego aparece el recurrente mantra del voto útil, ¿pero en verdad cual es el voto útil?, si tengo claro que votar a lo mismo que ya nos han engañado, sea gestionando o desde la oposición no es más que un voto muy inútil… El tiempo pone cada cosa en su lugar, cada reina en su trono y cada payaso en su circo.
Andrés Hernández Martínez