EL FANDI Y CASTELLA, abren la puerta grande en la primera de la Feria de Murcia / Crónica.- Pepe Castillo Abreu
El francés corta oreja y oreja y el granadino desoreja al segundo de su lote.
Fuente : www.torosnoticiasmurcia.com
Miguel Angel Perera, ovacionado en ambos y al despedirse.
MURCIA. Domingo, 15 setm. 2019. Primera del abono Feria de Murcia –Tradicional Corrida de la Prensa, citar que su celebración data del año 1914 y ha cumplido 105 años de historia. – Crónica: PEPE CASTILLO ABREU.Fotos: Sotomayor/Plaza de Toros de Murcia. Tarde de cielo despejado con algunas nubes y de agradable temperatura. Sin duda las inundaciones sufridas esta semana condicionaron la entrada, se cubrió más de media plaza, normalmente siendo domingo y con este cartel en circunstancias normales podría haberse registrado una mayor entrada. Tras romperse el paseillo el presidente de la Asociación de la Prensa, Juan Antonio de Heras, entregó en el ruedo las distinciones a los toreros y ganadero protagonistas en el cartel de esta XXV Edición de la Corrida de La Prensa.
El festejo tuvo dos partes bien distintas, los tres primeros de La Palmosilla no dieron juego para mayores opciones, y los espadas no estuvieron muy predispuestos a maquillar el decorado. Ciertamente, predominó cierta frialdad en Castella y Perera, más voluntad puso Fandi en el primero de la tarde. La segunda parte, la terna, se encontró con algo de mejor material, destacó el repetidor cuarto, aplaudido en el arrastre, y el quinto, de en un encierro de La Palmosilla, bien de presentación, nobles, pero a los que les faltó clase, raza y fuerza, el sexto se rajó a mitad de faena, teniendo Perera que abreviar.
El Fandi, raro en él en La Condomina, se fue de vacío en su primero, le fue imposible ‘’enfandilar’’ a su incondicional numerosa parroquia murciana. Se encontró con un toro a contra estilo, sin fuerza, que manseo. No pudo sacar toda su artillería en sus dos primeros tercios, aunque el inicio fue en su linea, dos largas cambiadas en el recibo y algo bullidor en los lances. Se cuidó en el caballo. En banderillas fue muy aplaudido el tercer par al violín por los adentros. Pero en la muleta fue imposible con un toro sin fijeza, que rehuía la pelea, y rajado. Estocada y descabello. Ovación con saludos.
En el cuarto, su oficio y recursos le permitieron recompensa de puerta grande. El recibo fue discreto. Dejó en el caballo con discretas chicuelinas. Se cuidó en varas y pidió el cambio de tercio. En banderillas, se fue a sus incondicionales del sol, y calentó con facilidad el ambiente en un discreto tercio donde no brilló la espectacularidad de otras tardes. En los medios, dándole tiempos a su oponente, comenzó una faena que tuvo calado en el inicio con un toro repetidor que le permitió ligazón por el pitón derecho. Cumplió en el toreo al natural. Y volvió Fandi a por sus ‘’complices’’ de sol, para cerrar la faena con molinetes y otros efectismos, arrebato desplante, abaniqueo y nuevo desplante de final. La plaza se le entregó en clamoroso aplauso. Se recreo para cuadrar y cambió de terrenos al toro, la estoca entera, tendida y trasera fue efectiva. Paseo dos orejas que se pidieron con fuerza.
Castella, se demoró en exceso el francés para recibir a su primero, y cuando se decidió hacerlo fue de puro trámite, llegó a escuchar algunos pitos. De principio a fin, faena fría donde no se vio su personal tauromaquia. Con distantes capotazos lo dejó en el caballo. Tras el puyazo pidió cambio de tercio y el quite quedó ausente. En banderillas se vio un par extraordinario, que el público no valoró, el subalterno francés Rafael Viotti colocó un gran tercer par de banderillas, de poder y poder, clavando arriba entre los pitones, mereció la recompensa de que le fuera pedido desmonterarse. La faena transcurrió sin pena ni gloria, insulsa, anodina; realmente, el toro tampoco era un dije, aunque, eso sí, fue noble y de cómodas embestidas, pero sin transmisión. Se vieron algunos destellos en muletazos sueltos y una trinchera con empaque. El desplante último con un toro entregado y parado no tuvo más sentido que el arrancar unas fáciles palmas. Finalmente Castella se adornó con bernadinas y pase cambiado por la espalda. Acertar con la espada, se le premió con una oreja.
En el quinto irrumpió un Castella en estado puro. Recibió genuflexo ganando terrenos y las verónicas fueron de gran plasticidad y ajuste. Como preciosa fue la media al bonito castaño de La Palmosilla. Esta vez sí se lució Castella con ajustadas chicuelinas para dejarlo en el caballo. Picotazo y pidió el cambio de tercio, ya acusó falta de fuerza. Buen tercio de banderillas. Brindis al público. Hubo llamativa concentración en un comienzo de faena expectante y que emocionó, en el centro del ruedo, con tres cambiados por la espalda alternados con otros tantos pases por alto, y tres derechazos de bello trazo calaron en los tendidos. Dio tiempos y distancias, las tandas iniciales tuvieron importancia, pero el toro no aguantó y la falta de fuerza no permitieron hacer la gran obra que se vislumbraba quería ofrecer Castella. Consiguió dos buenas tandas por el pitón izquierdo, pero con un toro ya acabado hubo que recurrir al arrimón y circular invertido de adorno. La faena, sin remedio, fue de más a menos, pero la voluntad y el esfuerzo de Castella se premio con un trofeo tras un pinchazo hondo en buen sitio y un golpe de verduguillo.
Perera estuvo como entre frio e indiferente en su primero. El recibo pasó desapercibido, por no calificar de inédito, y para colmo el toro fue noble, pero inmensamente soso, sin clase, sin raza, flojo, había que arrancarle el que pasara en cada muletazo. La faena simplemente no existió. Se puso Perera algo pesado para decidirse entrar a matar, en principio, parecía que quería hacerlo recibiendo, pero en un toro tan parado quizá no era esa su intención. Por fin, cobró entera y arriba en la suerte natural. Hubo petición de oreja que no se concedió. Ovación con saludos.
Y con más ánimos salió Perera en el que cerró plaza, con decisión dio tres bonitas verónicas, pero el toro sufrió una fuerte voltereta que acusó. Buen tercio de banderillas. El inicio de faena fue con pases por alto bajando la mano que se aplaudieron. Los muletazos fueron buenos por el pitón derecho, al natural las primeras embestidas eran más cortas y protestaba, acabo Perera corrigiendo el defecto por ese pitón. El toro se quedó sin gas a mitad de faena, acabó rajándose y Perera no tuvo otro remedio que abreviar. Estocada entera en lo alto y efectiva. Ovación con saludos.
FICHA: Toros de La Palmosilla, bien presentados, nobles, sin clase, faltos de fuerza, destacó el cuarto, aplaudido en el arrastre, y el entonado quinto. Peores primero, tercero y sexto.
EL FANDI, ovación con saludos y dos orejas. SEBASTIAN CASTELLA, oreja y oreja (aviso). MIGUEL ANGEL PERERA, ovación con saludos tras petición y ovación con saludos con leve petición. CUADRILLAS: Perfectas las tres cuadrillas en la brega y en banderillas. Rafael Viotti, subalterno de Castella, clavó un soberbio tercer par de banderillas en el segundo toro, mereció se le pidiera el merecido premio de desmonterarse, pero el respetable no supo ver ni valorar el mejor gran par de la tarde.
ENTRADA: Más de media plaza.