El Muram recuerda a las mujeres artistas de la Región de la primera mitad del siglo XX
FOTO/ La consejera de Turismo y Cultura, Miriam Guardiola, asistió hoy a la presentación de la exposición ‘Ellas brillaron en la penumbra’.
El Muram recuerda a las mujeres artistas de la Región de la primera mitad del siglo XX
‘Ellas brillaron en la penumbra’, organizada por la Consejería de Turismo y Cultura, reúne obras de Sofía Morales, Elisa Seiquer y María Dolores Andreo
El Museo Regional de Arte Moderno de Cartagena (Muram) inaugura esta tarde (20:00 horas) la exposición ‘Ellas brillaron en la penumbra’, un homenaje a las mujeres artistas de la Región durante la primera mitad del siglo XX que se incluye en la programación de la Consejería de Turismo y Cultura para este espacio expositivo.
‘Ellas brillaron en la penumbra’ es un proyecto comisariado por la galerista Ángeles Sánchez Rigal donde se muestra especialmente el trabajo de tres creadoras que han contribuido a vertebrar el arte en la Región de Murcia desde comienzos del siglo XX hasta la década de los setenta, Sofía Morales, Elisa Seiquer y María Dolores Andreo.
De ellas son la práctica totalidad de las 57 obras (47 pinturas y 10 esculturas) que se exhiben en el Muram, aunque también hay algunas firmadas por autoras como Josefina Luna y Maruja Díez. A todas ellas se unen otros nombres como los de Ana de Tudela, Aurora Mateos o Teresina Valdivieso, quienes aparecen en la exposición citadas a través de documentación recopilada.
La consejera de Turismo y Cultura, Miriam Guardiola, presentó hoy la muestra junto a la comisaria y destacó “la necesidad que aún existe de reconocer, rescatándolas muchas veces del olvido, de esa penumbra en las que muchos quisieron sumirlas, a grandes mujeres artistas que conforman una parte muy relevante de la historia del arte de nuestra Región que merece ser más y mejor conocida sobre todo por el público más joven. El principal objetivo de esta muestra es dar a a conocer cuáles fueron las cuestiones esenciales de su trabajo y sus trayectorias”.
Se trata, según explicó la responsable de Cultura del Gobierno regional, de “pintoras y escultoras poseedoras de una notable sensibilidad artística que lucharon con su arte en una época y un contexto entonces dominado por la visión del hombre y que, en muchos casos, lograron abrirse camino gracias a su talento y trabajo”. Porque el hecho de que no estén tan reconocidas como algunos de sus compañeros coetáneos “no quiere decir, en absoluto, que las mujeres no desarrollaran una actividad artística interesante y que no tuvieran un papel activo pese a los obstáculos”, afirmó.
De hecho, y como en el resto del contexto internacional, en España y en la Región de Murcia son pocos los casos en los que la mujer ha tenido un fuerte protagonismo en la escena artística. E incluso en los momentos de más esplendor y proliferación de la práctica artística murciana, los años 20, son escasos los ejemplos que permiten trazar un mapa sobre el papel femenino dentro del arte regional, “algo a lo que contribuye este proyecto que alberga el Muram y que se suma a otras numerosas propuestas centradas en dar a conocer el trabajo realizado por creadores, hombres y mujeres, de la Región de Murcia, tanto los más jóvenes como otros artistas ya consagrados y también quienes forman ya parte de la historia del arte”.
‘Ellas brillaron en la penumbra’ puede verse en el Muram hasta el próximo 27 de mayo, de martes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 19:00 horas, los sábados, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas, y los domingos y festivos, de 11:00 a 14:00 horas. Se puede obtener más información sobre esta y otras exposiciones en la página web www.museosdemurcia.com.
Trayectorias
Sofía Morales (Cartagena, 1917- Madrid, 2005) estudió en la Escuela de Artes y Oficios bajo las enseñanzas de José Planes. También recibió clases en el estudio que el pintor Joaquín, consolidando una etapa de formación que culminaría en una exposición en 1935 en el Círculo de Bellas Artes. En 1940, el Ayuntamiento de Murcia le concedió una beca para continuar sus estudios en Madrid. En 1951 participó en la I Bienal Hispanoamericana de Arte en Madrid y en 1954 el reconocimiento internacional le llegó con una exposición en el Contemporary Art Center de Cincinati en Ohio (EE UU) y, un año más tarde, en París. Durante esos años expuso asimismo de manera individual en Tánger, París, Madrid, además de en Murcia, participante en otros proyectos colectivos en ciudades como La Habana, Frankfurt, Quito o Santo Domingo.
María Dolores Andreo (Alhama de Murcia, 1934-2006) se formó en Magisterio y Artes y Oficios. Una vez terminados los estudios, se marchó a Madrid, donde completó su formación con Eduardo Peña y Dimitri Papagueorguius, comenzando a generar un cuerpo de trabajo sólido que se podría ver posteriormente en diferentes muestras colectivas, desde 1959 a 1965, destacando el XI Salón del Grabado de Madrid. En 1965 recibió una beca de la fundación Juan March para ampliar su formación en Italia. En 1966 marchó a París becada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y ya en los años 70 y 80 exponía regularmente en ciudades como Buenos Aires, Valladolid, Las Palmas y también Murcia, contabilizándose más de 35 exposiciones individuales. En el ámbito de la literatura, publicó en 1979 su libro de poesía ‘Ni una palabra más’ y, posteriormente, en 1995, colaboró en una antología de poesía en las diferentes lenguas de España titulada ‘Brújulas Brujas’.
Elisa Séiquer (Murcia, 1945-1996), por su parte, inició su formación con maestros como José Jardiel, con el que adquirió la disciplina del dibujo, y ahondó en su técnica durante el paso por el taller de escultura de Juan González Moreno. En 1962, la artista fue galardonada con el Premio Villacis y, a partir de 1966, se adentró en otros ámbitos artísticos como la escenografía. Fue en 1968 cuando recibió un estímulo económico para continuar su formación como escultora en París al valorarse su obra titulada ‘El acróbata’.
Siguió exponiendo en los siguientes años, pudiéndose ver su obra en proyectos como el Salón de Escultura, la Expo de Sevilla o las diferentes ediciones de Contraparada. Entre los reconocimientos que obtuvo por su trabajo, destaca el premio Nacional de Escultura Francisco Salzillo que obtuvo en el año 1972.