El Rincón Literario de Paco Marín:”Oscuras luces de septiembre”
TÍTULO: Oscuras luces de septiembre
AUTOR. Javier Samper Madrigal
EDITA: Editorial Adarve (2018)
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 15 x 23 cm. Número de páginas: 218. PVP: 17,00 €. ISBN:978-84-17362-79-9
Es un gran acierto encuadrar una historia en el marco de alguna actividad festiva o costumbrista de la ciudad, o pueblo, donde tenga lugar la acción de la misma. Oscuras luces de septiembre es una historia más policiaca que negra… policiaca e intriga, que transcurre durante la fiesta de ‘Moros y Cristianos’ de la ciudad de Villena (Alicante).
Pateamos, con los protagonistas, las calles intentando desentrañar las circunstancias de un crimen… trapezándonos con los distintos desfiles, de los cuales vamos teniendo cumplida información…
El oficial de policía Darío Prado decide aprovechar unos días de permiso para empaparse del folklore de la localidad a la que llegó hace nueve meses intentando alejarse de una vida sentimental anterior. Lo que en teoría iban a ser cinco días de disfrute de las Fiestas de Moros y Cristianos de la ciudad de Villena, da un vuelco cuando se produce el asesinato de Concepción Galán de una manera un tanto grotesca. Darío, que en un principio era un miembro circunstancial de la operación, va convirtiéndose, poco a poco, en una pieza clave de los acontecimientos al verse inmerso en el centro de la trama sin esperarlo. Paralelamente a todo el conflicto, el devenir de los sucesos ofrecerá momentos para la intriga, el romance y, cómo no, para el conocimiento de una de las fiestas más populares de las tierras del levante español.
Novela de intriga, pura y dura, en la que nos encontramos trabajando con la Guardia Civil, Policía Local y Policía Nacional. Varias son las peculiaridades que adornan la historia… una de ellas, somos testigos en primera fila del asesinato de Concepción Galán. Acompañamos al oficial Prado por calles, callejuelas y lugares más o menos lúgubres nos cruzamos con una pléyade de personajes, cuanto menos, curiosos.
Oscuras luces de septiembre, ofrece una visión diferente de lo que pueda entenderse por una novela policiaca al uso. Escritura fresca, festiva, con diálogos muy claros, fuertes y, a veces, ácidos. Vamos devorando sus páginas con ganas de más. El autor tiene la habilidad de jugar con las distintas emociones del lector…
Javier Samper Madrigal (Villena, Alicante, 1978). Es diplomado en Magisterio por la Universidad de Alicante y, como tal, ejerce la docencia en centros públicos desde el año 2003. Comenzó escribiendo relatos breves para concursos de su zona, pero pronto descubrió que su motivación principal era el trabajo con niños y, por ende, la literatura infantil, que ocupa buena parte de su tiempo de ocio junto con el deporte o viajar. Con Oscuras luces de septiembre da un salto en su trabajo literario para adentrarse en un género tan distinto al anterior como es esta novela, de corte más adulto, a la que aporta un toque fresco y ágil lejos de espesuras innecesarias.
Conocemos un poco más a Javier Samper…
P.- ¿Quién es Javier Samper Madrigal?
R.- Es un tipo muy normal nacido en Alicante en el verano de 1978. Soy de Villena, una ciudad alicantina muy cercana a Yecla. Por eso allí nos dicen a veces que tenemos acento murciano. Actualmente, vivo en San Vicente del Raspeig (Alicante) por cuestiones de trabajo desde hace casi quince años. Soy maestro en un centro público de Primaria de dicha localidad, – C.E.I.P. Reyes Católicos- e incluso he tenido el cargo de Jefe de Estudios durante siete años; pero quería dedicar más tiempo a la escritura y, a finales del curso pasado, dejé el cargo a otra persona.
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué naceOscuras luces de septiembre?
R.- Oscuras luces de septiembre parte de una primera inquietud por escribir y plasmar historias que a uno se le van pasando por la cabeza. Aunque concretamente esta historia, surgió de repente a modo de juego durante una nochebuena con mi familia. Como he dicho, soy de Villena, y en el transcurso de aquella cena del 2015 comenzamos a divagar y pensar sobre la posibilidad de crear una novela ambientada en aquel lugar; con todo lo que conllevaba: fiestas, patrimonio, costumbres… Y, de repente, mi cabeza conectó varias ideas y surgió. Así, sin más. En cuestión de unos minutos había trazado el esqueleto de algo que un par de años después se concretaría en algo palpable y real gracias a la Editorial Adarve. Quien, con su llamada desde Madrid hace un año, me ayudó a darla a conocer al público.
P.- ¿Quién pone título a la novela y por qué?
R.- Lo pienso yo mismo. Y desde aquel momento, ya no quise cambiarlo. Oscuras luces de septiembre, jugaba con el mes en el que ocurren los acontecimientos, septiembre en sus primeros días, del 5 al 9. Las luces, por el hecho de que la historia discurra al tiempo que las Fiestas Populares de Moros y Cristianos, que tan seguidas son por la población de aquella zona. Y, por último, lo de “Oscuras” porque la trama parte de un asesinato un tanto peculiar. Y, a partir de ahí, a leer…
P.- ¿Cuál ha sido su base documental?
R.- Desde aquella primera idea, pasó mucho tiempo hasta que la historia estuvo concluida. Para eso, tuve que recurrir a muchas fuentes diversas. No quería que me pillaran en ninguna incongruencia. Pienso que la veracidad de una historia parte de que todo sea lógico y creíble. Y por eso quería tejer la telaraña sin fallos. No quiero adelantar nada de la historia, pero mediante mails o incluso mensajes a través de redes sociales, me mantuve en contacto con miembros de la Policía Local de Villena o Guardias Civiles de la provincia de Alicante que me ofrecían información en cuestiones tan dispares como competencias de Cuerpos o balística. Llegando, por ejemplo, a detalles de si se llevan linternas o no en los vehículos. No quería tener ningún fallo. Por otro lado, tuve que hablar con personas allegadas o expertos en temas como las Fiestas de Moros y Cristianos u otros detalles más internos de la trama. En definitiva, no fue un momento puntual de documentación. Estuve cerca de un año y medio documentándome al tiempo que iba cogiendo fuerza la historia y los personajes.
P.- ¿Donde, a su juicio, reside la fuerza de esta historia?
R.- Soy muy consciente de que Oscuras luces de septiembre se sale del estereotipo de “novela negra” al uso. Sé lo que he escrito y quiero pensar que ése es su punto fuerte. Es una novela diferente. Intrigante y fresca al tiempo. Sale en ocasiones del género policiaco puro y navega según qué capítulos hacia la narrativa de ficción. Y esto pienso que lo consigo, en parte, a través de los diálogos. Pienso que son fundamentales en la historia. La inclusión de personajes tremendamente dispares y con una voz muy propia, hace que se salte de la tensión al romance en cuestión de unas hojas. O del humor ácido a la rica descripción del entorno en el capítulo siguiente. Creo que es una historia que desde la primera hoja te mete de lleno en Villena y sus calles. Y, sin haber transitado nunca por allí, te lleva de un sitio a otro de una manera muy ágil. Además, de la curiosidad de que la trama de una novela negra ocurra en una ciudad que diste tan pocos kilómetros de Cartagena. Porque, como ya he dicho, la ciudad se encuentra a 20 km de Yecla, que ya pertenece a la Comunidad de Murcia.
P.- Bajo mi perspectiva la novela tiene tres patas muy bien definidas ¿en cuál de ellas se encontró más cómodo a la hora de desarrollarla?
R.- Probablemente toda la que concierne a la investigación de campo del protagonista Darío Prado una vez producido el asesinato. Aunque ya no vivo allí, conozco la ciudad a la perfección; y tanto mis recuerdos y anécdotas de sus calles o gentes, como de los propios actos de las Fiestas me han sido muy útiles para dar coherencia a la transición de los acontecimientos.
P.- Sus referentes en la novela negra y policiaca ¿son?
R.- Tengo que partir diciendo que mi lectura es tremendamente dispar. Ahora bien, hablando del género, en la biblioteca de casa cuento con varias obras de Stieg Larsson, Camilla Läckberg o Pérez Reverte. Y ahora, le acabo de hacer hueco a Paula Hawkins y JöelDicker.
P.- Psicología o sangre, ¿qué prefiere a la hora de desarrollar un argumento?
R.- Seguramente opte por la psicología. Dar vida a diferentes personajes conlleva, para mí, una gran parte de la diversión de escribir una novela. Ahora bien, salpicar de rojo alguna escena también es entretenido. Y si alguien acaba leyendo mi novela, se dará cuenta de que, si hay que matar a alguien, mejor hacerlo con estilo…
P.- Su arma preferida a la hora de matar ¿es?
R.- No pienso contar nada de la novela, pero pienso que precisamente este aspecto es uno de los puntos llamativos de la historia. ¿Vale la ironía como forma de matar? Porque entonces me quedo con esa. Si no, pues el tirachinas; porque uno de mis personajes de literatura infantil la lleva y se defiende de lo lindo ante los enemigos.
P.- ¿Cuáles son sus géneros y autores favoritos? ¿Qué está leyendo ahora mismo?
R.- No me gusta encasillarme en un tipo de texto. Yo entiendo la literatura así. Hay tantísimas obras, que dedicarse a un solo género supone perderse muchas grandes historias. Hay que tener en cuenta que también me gusta escribir literatura infantil; y por eso tengo libros de todo tipo. Incluso muchos álbumes ilustrados de B. Lacombe o R. Dautremer. Ya he hablado antes de mis referentes en el género policiaco, y últimamente con Jöel Dicker me estoy entreteniendo bastante. Pero si echaras un vistazo a mi biblioteca, te lo encontrarías junto a Rayuela, La historia Interminable o Los Cuentos de Beedle el Bardo de J.K. Rowling, por ejemplo. La semana pasada acabé La desaparición de Stephanie Mailer de Dicker. Y, bueno, creo que le sobran algunas hojas y le falta algo de sentido a algunas partes de la trama…
P.- Como lector, prefiere: ¿libro electrónico o papel?
R.- Papel. Soy de papel. En casa tenemos libro electrónico. Y lo usamos mi pareja y yo. Pero me gusta sentir el papel y supongo que siempre será así; porque si no, ya hubiera cambiado.
P.- ¿Cuáles son sus manías a la hora de escribir?
R.- Escribir es difícil. Muy difícil. No siempre sale la inspiración. Cuando dice de irse a pasear, pueden pasar semanas sin que vuelva. Pero lo que sí necesito siempre es paz a mi alrededor y en mi cabeza. Y para ello, suelo tener a veces una rutina muy tonta. Me pongo tapones para mitigar un poco el ruido alrededor y, antes de escribir, voy a Youtube o a Spotify y elijo una canción que me pueda transmitir esa paz que necesito. La dejo sonar (aun con los tapones la oigo perfectamente) y, cuando acaba, miro la hoja y me meto en la historia. Es el momento. Y luego a lo mejor no me sale nada esa tarde… pero lo habré intentado al menos.
P.- Relate alguna curiosidad literaria personal que le haya ocurrido y no ha contado hasta ahora… si la hubiere.
R.- Es una tontería, pero creo que siempre recordaré la primera vez que me paró por la calle una señora que no conocía y me preguntó si yo era el autor de Oscuras luces de septiembre. Vale que era en Villena y en la calle de mis padres, pero era la primera persona lejos de mi entorno conocido que me daba la enhorabuena por la novela. Ver a aquella mujer parar a su familia y pedirles que le hicieran una foto junto a mí, me resultó satisfactorio (y cortante). Lo agradecí mucho. Estas pequeñas acciones ilusionan a un escritor novel que pretende labrarse un camino. Y esa mujer me alegró la noche.
P.- Venda su libro ¿por qué hay que leer Oscuras luces de septiembre?
R.- Lo tengo clarísimo. Porque es una novela negra diferente y peculiar. Llena de vida e intriga gracias a unos diálogos ácidos y frescos. Es una novela que agradará al lector puro de novela negra (que se la ventilará en un par de días) y que, por su tamaño no muy grueso, también puede llamar la atención del lector esporádico. Hay veces que yo mismo leo novelas muy grandes y me pierdo entre personajes o texto innecesario. Oscuras luces de septiembre, no tiene eso. Es trepidante y bastante directa. Con su carga policiaca, misteriosa, romántica, humorística, folklórica, entretenida… Lo tiene todo. Cuando yo leo una historia, mi objetivo es entretenerme. Por eso he creado Oscuras luces de septiembre de esa manera. Una vez la empiezas, te arrastra hasta el final de una manera veloz. Incluso, cuando la acabas, estás deseando que llegue septiembre para ir a visitar Villena y ver los actos que se narran en la historia.
P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- La vida del escritor es un desierto en el que de vez en cuando vas viendo oasis a los que arrimarte y que te refrescan. Ahora mismo ya tengo finalizada mi segunda novela y la estoy moviendo por el mundo editorial y presentándola a diferentes concursos. Algún día saldrá también adelante. Mientras tanto, estoy liado con la tercera. Y, al tiempo, pues ganando de vez en cuando algún pequeño premio de relatos cortos por aquí o por allá. Por otro lado, me gustaría también hacerme un hueco en el mundo de la literatura infantil. Eso me hace muchísima ilusión. Quizá sea porque trabajo con niños a diario. Todo se andará…