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La niñera, “la bien pagá”, Ramón Galindo
Y con esto poco a poco en este último domingo y día de febrero embebidos en una situación de la nunca hubiéramos ni soñado, donde la palabra predominante es la tristeza, vivimos evolucionando hacia un, por un lado incierto futuro, y por otro -si tenemos en cuenta ese dicho de que la historia siempre se repite-, hacia una ruina casi absoluta del país.
Si bien es cierto la alternancia política tiene sus ventajas y sus defectos, el espectro político actual ha dejado fuera de juego aquel sistema en el que si unos lo hacían mal, siempre quedaba la oportunidad de en las siguientes elecciones votarle al otro o abstenerse, permitiendo así la citada alternancia. Nunca mejor dicho en los EE.UU así lo siguen haciendo, y nunca mejor dicho los pronósticos se siguen cumpliendo. De hecho en Siria y a los pocos días de su toma de posesión, Biden ya ha lanzado sus primeros bombardeos.
Pero si la alternancia en este país, durante los últimos cuarenta años ya era una costumbre que cada vez que gobernaba el PSOE, esto se iba económicamente al garete, esta vez y además gobernando con comunistas no iba a ser menos, luego le echarán la culpa a la pandemia a la que después de tanta sarta de mentiras y errores, tampoco han sabido administrar. Hoy no voy a entrar en el chiste fácil de los 500 de las manifestaciones del 8-M, ni tampoco en la última declaración de los pasos de Semana Santa del “presunto” doctor Simón, solo decirle que en las procesiones de mi pueblo (Cabo de Palos) los pasos apenas si los llevamos entre doce ¡Pero claro no vamos a hacer diecisiete Semanas Santas! Pero sí trescientas manifestaciones de menos de 500, sin contar las de los adoquines e incendios de contenedores, y ahora de furgones policiales.
Pero como iba diciendo, si aunque hubiera alternancia y cuando esto ya esté hecho un solar, visto el vertiginoso ascenso de VOX, difícil lo tendría si con quien tuviera que pactar es con quien en vez de reconocer sus pecados, ve en ellos a su adversario en vez de a su aliado, a su enemigo en vez de a quién le está dejando gobernar en autonomías otrora inalcanzables como Andalucía, o no perder bastiones de toda la vida como Murcia o Madrid. Casado, que aún arrastra el virus Bárcenas, debería de darse cuenta que los votos “como la materia” ni se crean ni se destruyen, simplemente se transforman.
Y vaya desde aquí mi nominación a imbécil de la semana, para Máximo Pradera, que no solo por Olona ni por Aznar, sino por su jilipollez integral ha rebasado la línea de lo que a un ser humano se le debería permitir. Dicho sea de paso el silencio esperado de las feministas, que si de la Montero se hubiese tratado, se le hubieran lanzado al gaznate con toda su rabia y sus tetas pintarrajeadas, dicho sea de paso para eso la Montero dedica tanta pasta a mantenerlas bien subvencionadas. Si esto ya está inventado, es cuestión de administrar fondos públicos entre quienes te defiendan y recortar a quienes te ataquen, y esa técnica la ministra con ínfulas de “cajera-marquesa de Vanity Fair” la domina a la perfección, simplemente ojeando el primer capítulo del manual de esposa de…, olvidando por completo el sabio refranero español en el capítulo de “aunque la mona se vista de seda, mona se queda” de modo que aunque se rodee de servicio de niñera “bien pagá” -aun cuando se lo paguemos los demás-, viva en lujosa mansión custodiada gratuitamente por la Guardia Civil y viaje en coches oficiales de lujo, y su look revolucionario de haya deshecho de él depositandolo en un contenedor de ropa del Proyecto Abraham, aunque acuda un poco más mona, a la manifestación del 8:M, mona se va aquedar.
Y así acabo hoy, encendiendo mi modesto y barato puro de los domingos, el de toda la vida, y al tiempo que disfruto de los aromas del “canario” y de los sabores del café, tecleando el móvil con estas palabras cuyo único fin que busco es el de en perjuicio de mi salud (lo contrario que Pradera) pero a la vuestra, tener una excusa para poder enviaros un abrazo a amigos y familiares.
RAMON GALINDO