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Montanaro: OPERACIÓN SOCOTORA. LA ARMADA Y SU GALLARDÍA EN ESTADO PURO

OPERACIÓN SOCOTORA. LA ARMADA Y SU GALLARDÍA EN ESTADO PURO

Dicen por ahí que los americanos hubieran hecho una película bélica, de acción y audaz de esta operación militar de la Armada Española, edulcorada quizás o más bien adulterada por la fantasía de Hollywood con un buque norcoreano como objetivo. Es cierto que la intervención fue de las más espectaculares de nuestra historia salvando las gestas de nuestro Tercios en aquellos siglos de esplendor en las Indias, en Lepanto y en Trafalgar

Socotra es una isla en la parte del Océano Índico de Yemen. Situada entre el canal de Guardafui y el mar Arábigo y cerca de las principales rutas marítimas de tráfico mercante, Socotra es la mayor de las seis islas del archipiélago de Socotra, que desde 2013 constituye una de las haciendas patrimoniales de Yemen. Esta joya casi desconocida del Índico que, por su ubicación, parece actuar a modo de centinela del Golfo de Adén fue semi protagonista de los hechos.

Para situar el teatro de operaciones y dar un repaso cultural geográfico. La isla comprende alrededor del 95% de la masa continental del archipiélago de Socotra. Se encuentra 205 millas náuticas al sur de la Península Arábiga y a 130 millas náuticas al este de Somalia, lo que la convierte geográficamente en parte de África. Socotra es el hogar de un gran número de especies endémicas, como exclusivas o autóctonas. Debido a la inusual geografía de la isla, ha sido descrita como «el lugar con más aspecto alienígena de la Tierra». En 2008, Socotra fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La isla está bajo el control de facto del Consejo de Transición del Sur, una facción «secesionista» respaldada por los Emiratos Árabes Unidos y el Preconsejo de Liderazgo Presidencial en lo que es la permanente guerra civil en Yemen.

Recordando algunas de las historiasmás emocionantes y memorables del cine de acción, historias que no nacen de la imaginación de un guionista, lo que llamamos basado en historias reales, con matices… Operaciones militares, rescates imposibles y enfrentamientos contra todo pronóstico han inspirado películas que hacen que el espectador recuerde que la valentía y la estrategia no solo pertenecen a los héroes dela gran pantalla, en este caso a los marinos e infantes españoles en tiempos de paz y recientes más que contemporáneos.

Uno de estos sucesos, suceso no inventado y de casi reciente exposiciónocurrió hace 22 años cuando la Armada Españolaprotagonizó una de las operaciones más espectaculares de su historia reciente. Se trataba de la interceptación y abordaje del buque So San, de bandera norcoreana, buque que transportaba 15 misiles SCUD y materiales químicos rumbo a Yemen. Esta misión se llamó militarmente “Operación Socotora”.

El mundo cambiaba el mapa operativo bélico de acuerdo a las reglas hasta entonces establecidas. El 11-S, Al Qaeda y Osama Bin Laden marcaron un giro drástico a futuro. El terrorismo global se erigía en toda su magnitud y afectaba a todas las estructuras y equilibrios hasta entonces conocidos en el panorama internacional.

Es difícil no marcar una zona en rojo en un mapamundi, si ese es el color que determina el mayor riesgo. Pero si hay una que es particularmente sensible en el ámbito marítimo es la del Golfo de Adén, uno de los puntos más transitados por buques de toda clase y condición. Todo ello en un cóctel de amenaza terrorista, de piratería y de todas las amenazas subyacentes en un escenario de tanta inestabilidad.

La Armada española forma parte de una fuerza internacional que tiene por objetivo mantener la seguridad en la región y hacer frente a todos estos desafíos. Si extremar todas las precauciones es una máxima cuando se está en zona de operaciones, en este caso aún más necesario: preparados para lo que sea, cuando sea y como sea. Y así es como se encuentran la fragata Navarra y el buque de aprovisionamiento de combate Patiño, con sendos helicópteros y sus respectivas dotaciones a bordo.

Reconozco que al leer dicha gesta me vino a la mente, los esfuerzos y la eficacia demostrada en otra Guerra, la del Golfo por las primeras unidades de la 21ª y 41ª Escuadrillas de Escoltas en la defensa del Estrecho de Tiran de las primera, en sí, hablo de la Corbeta Cazadora y de su dotación, allí y durante tres meses, un grupo de marineros especialistas y muy técnicos, tuvieron, tuvimos que alternar la operatividad táctica, la defensa antiaérea y anti superficie contra Irak desde Jordania en el Mar Rojo, con la visita y registro a buques sospechosos, entonces no contábamos con fuerzas de choque preparadas como nuestros infantes de marina, tampoco con rápidas y contundentes embarcaciones de acción, eran balleneras y las dotaciones de ellas en las operaciones cuerpo a cuerpo marineros con valor y determinación, normalmente con apoyo aéreo norteamericano.  Quizás fue esa operación y la experiencia la génesis para el desarrollo táctico posterior embarcando fuerzas y vehículos marinos operativos para el combate en este tipo de operaciones internacionales, la experiencia de los primeros marineros en un conflicto, me recuerdan las gestas antes mencionadas, adelante sin cobardía, quizás la máxima de los ejércitos españoles y sobre ello desarrollar las estrategias tácticas.

Un comentario sobre el abordaje en la mar de un equipo en una embarcación de unos 9 metros sobre un mercante. Aproximarse al costado de un barco que desplaza miles de toneladas con una pequeña embarcación no es fácil ni seguro. Sobre todo, teniendo en cuenta que no es solo pegarse, sino que hay que mantenerse al costado mientras el equipo de abordaje embarca. A través de una “escala de gato” que ha de suministrar el abordado, al efecto si no, se complica y no poco. Si le sumamos que el mercante se mueve a más de diez nudos, que no parece mucho, unos 20 km/h., levanta una ola de cuidado por el costado.

Así. Según recoge el medio “Vozpopuli” en un artículo expresivo y didáctico, en diciembre de 2002, ya hacia una década de la Guerra del Golfo y en plena tensión internacional tras los atentados del11-S en Nueva York y en un escenario marcado por la amenaza del terrorismo global,el Golfo de Adénse convertía en un punto caliente de inestabilidad. La fragata Navarra ya curtida en operaciones similares como lo fue en el Golfo Pérsico en la década 90 y el buque de aprovisionamiento Patiño, bajo el mando del contralmirante español Juan Moreno Susanna, casualmente fue comandante de la Cazadora, tenían la misión degarantizar la seguridad marítima en esta conflictiva región.

Quizás por el tiempo que ha transcurrido, quizás porque el Ministerio de Defensa aportó bastante información del incidente dando un gran número de explicaciones al poco de que ocurriera o quizás por otras razones, se conoce con bastante precisión la secuencia de acontecimientos.

Un buque sospechoso, los actores y el teatro de operaciones. El 9 de diciembre, las fuerzas navales españolas detectaron un carguero que pintaba hostil, el So San, despertó sospechas debido anavegar sin banderaa pesar de haber sido registrado como un buque de bandera camboyana. Este incumplimiento de la normativa internacional, sumado al hecho de que el buque parecía que en su manifiesto transportaba cemento, pero, la popa estaba excesivamente y anómalamente hundida, asentado el buque, diferencia notable de caldo entre la proa y la popa, despertó sospechas.

Miscelánea informativa. La Task Force (Fuerza táctica, Fuerza Operativa o Grupo de Trabajo) 150 es una fuerza naval multinacional que tiene como objetivo luchar contra el terrorismo en aguas del Mar Rojo, Golfo de Adén, Océano Índico y Golfo de Omán. Esta fuerza, que opera en una de las zonas de mayor tráfico marítimo del mundo, está integrada dentro de las Combined Maritime Forces, una fuerza multinacional en la que participan 33 países y que tiene su base en Bahrein. Las otras dos Task Force que componen las CMF son la 151 y la 152. La primera se encarga de luchar contra la piratería, para lo que suele coordinarse con la fuerza naval europea que participa en la operación Atalanta; y la segunda se encarga de la seguridad marítima en el Golfo Pérsico.

Para interceptarlo, se desplegó un avión de patrulla marítima P-3 Orión desde Yibuti con alistamiento anti-superficie del Ejército del Aire, que logró localizar al carguero bajo control positivo de la Fragata Navarra “Echo Bravo Foxtrot Papa”. Así, la Navarra inició aproximamiento para abordaje al So San intentando comunicarse con la tripulación norcoreana sin éxito alguno ya que se negaron a obedecer las órdenes de parar máquinas.

La Navarra era mandada por el capitán de fragata Gonzalo Rodríguez Garat. Estaba integrado también en la fuerza el buque de aprovisionamiento en combate Patiño, mandado por el capitán de navío Javier Pery Paredes. La Navarra llevaba a bordo a su habitual y destructora unidad de combate y operatividad, un Seahawk de la Décima Escuadrilla de Aeronaves SH 60 B, y además el Patiño contaba con un Seaking de la Quinta Escuadrilla SH 3D que, fue esencial en el desarrollo de los acontecimientos.

La Navarra, buque insignia, llevará la voz cantante mientras el Patiño le da apoyo. La fragata española comienza a llamar al carguero, que se vale de todas las tretas posibles para retrasar o impedir el abordaje. El inglés que utilizan es malísimo, quizás para dificultarlo aún más, quizás por mero desconocimiento. Tardan en contestar, indican que su cargamento es cemento, que se dirigen a Yemen y, finalmente, se niegan a cumplir las instrucciones de la Navarra: reducir velocidad para facilitar una visita y registro por parte de los marinos españoles. Ignorando las advertencias de la fragata Navarra, se produjo una escalada de fuerza. Así las cosas, primero, se realizaron disparos de advertenciaal agua por la proa del mercante y posteriormente ya fue al propio buque, apuntando a zonas no críticas como la chimenea y la cubierta, ahí la inteligencia tuvo un papel destacado en la identificación de la carga encubierta del buque. A pesar de los impactos, el So San no paró máquinas y continuó con rumbo de evasión.

El abordaje de la Armada. La situación llevó a preparar un ataque aéreo para facilitar el abordaje. Operación nada sencilla a pesar de que las películas lo presentan casi amable, varios cables cruzaban la cubierta del carguero de proa a popa, quizás como medidas de protección ante acción de helicópteros, lo que complicaba la maniobra. Pero, para solucionar la contrariedad, intervinieron los tiradores de precisiónde la Infantería de Marina del Segundo Batallón de Desembarco (BDE-II), francotiradores que son la envidia internacional, ganada a pulso por su extraordinaria habilidad y así, lograron eliminar estos obstáculos de difícil factura disparando a puntos clave, pastecas del entramado de cables permitiendo despejar el área para los helicópteros Seaking del Patiño y el SH 60 B español.

El único espacio libre que había para meter un helicóptero entre los dos palos. Los pilotos tuvieron que meter un helicóptero de diez toneladas y más de quince metros de arco de rotor en el hueco dejado por los dos palos y que se movían (la Física nos dice que el pequeño balanceo del barco en la superficie generaba un movimiento importante veinte metros más arriba) mientras, que se tenían que desplazar lateralmente a la misma velocidad que el barco y con cuidado de ajustar su posición para no perjudicar el abordaje y a los hombres que se iban a descolgar.

El Seaking, mejor preparado para transportar tropas, llevó a los miembros de la unidad de operaciones especiales, que debían descender a la cubierta del mercante mediante la técnica del fast rope o cuerda rápida. El Seahawk de la décima, más maniobrable y con mejor reserva de potencia, daba cobertura de fuego con su ametralladora GAU de 12,7mm.

El almirante español declaró haber dado órdenes de abatir a cualquier miembro de la tripulación del mercante que pusiera en riesgo la seguridad del comando en los pocos, pero delicados, segundos que el helicóptero bailó delante del puente del So San con los siete elementos del comando descolgándose. Se trataba de una maniobra altamente delicada en la que eran muy vulnerables.

El equipo de asalto, siete hombres incluyendo su líder, se dirigió a la popa del So San, desde donde ascendió hacia el puente. La tensión en la Navarra y el Seahawk que les estaban cubriendo era determinante. Docenas de pares de ojos y las miras de los fusiles buscando posibles amenazas para sus compañeros. Un blanco para abatir. Así, los tripulantes del So San no cometieron ninguna estupidez. El equipo de asalto encontró a los 21 norcoreanos en el puente y, tras asegurarlo, su primera reacción fue bajar la velocidad.

El registro del So San evidenció que, efectivamente, llevaba un importante cargamento de cemento. Pero también llevaba algo que no estaba en su manifiesto de carga. Ocultos en 26 contenedores se encontraban quince misiles SCUD completos con sus quince cabezas de combate convencionales, además de productos químicos cuyo destino se desconocía. El capitán había escondido los pasaportes de sus hombres en una maleta y habían retirado los retratos de Kim Jong-Il y Kim Jong-Un que poblaban el barco para intentar evitar ser reconocidos como norcoreanos.

La Navarra constituyó una dotación de presa para tripular el barco mientras se coordinaba quién y dónde se iba a hacer cargo de él. Al día siguiente, varios barcos norteamericanos aparecieron en la escena y la historia del So San continuó con directrices norteamericanas.

Una operación de veto marítima realizada a la perfección, aunando medios de distintos ámbitos de la Armada: una fragata, un petrolero, dos helicópteros y los infantes de la unidad de Operaciones Especiales de la Fuerza de Guerra Naval. Varios cientos de hombres que cumplieron con su misión a la perfección y dejaron el pabellón español bien alto.

La acción bélica de control y ataque acabó siendo un éxito, encontrando a los21 tripulantes del carguero en el puente de mando y, en sus bodegas,una carga ocultaque incluía misiles SCUD y materiales químicos destinados al Yemen. La intervención marcó un hito en las operaciones navales internacionales. Solo puedo decir BRAVO ZULU, y orgulloso de vestir tan noble uniforme.

Andrés Hernández Martínez

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