PENSANDO EN VOZ ALTA
LA ESTAFA DE LA POLÍTICA
Me imagino que muchos de mis lectores -si alguno queda- esperarán, hoy, que hable del resultado que hubo ayer en las elecciones locales, autonómicas y europeas… es lo lógico. Pero no, sobre dicho resultado y sus consecuencias (mejor dicho, sus cocimientos) hablaré el próximo lunes. Hoy voy a ejercer de pensador en voz alta… tal y como se titula esta sección.
Como mero número de la sociedad española, como mero individuo qué durante muchos, muchos años se ha levantado cada día muy temprano para salir a la calle a buscarse la vida, unas veces con mejor fortuna que otras; ahora, felizmente jubilado; lo único que pido es que no se me tome el pelo ni me consideren un gilipollas todos aquellos que se dedican a “politiquear”, a hacer un mal uso de las herramientas políticas.
Llevo muchos días, mejor, meses o porque no, años, que no salgo de mi asombro. Pienso que debe ser porque soy corto de mente, alguien dirá que me faltan muchos estudios para llegar a comprender la grandeza de la política y, sobre todo, de los políticos. Por lo que se ve, personas con gran preparación y estudios que trabajan en manera y forma que todo aquel que no pertenezca a ese círculo podrá nunca entender.
Pienso que la política, perdón los políticos –sino todos, gran número de ellos- son una estafa. La mayoría de las veces funcionan como trileros… ¿Dónde está la bolita? o como los malos profesionales de la estadística. Me voy a detener un momento en este punto: Después de cada votación, por arte de magia, nadie ha perdido, al contrario todos ganan, salvo que el guantazo sea histórico. Es increíble oír las explicaciones posteriores… creo que piensan que los ciudadanos somos idiotas, que tenemos unas tragaderas y una paciencia infinita. Ahora mismo estamos en un momento en el que sería necesario cambiar la ley electoral porque de nada vale que se vote, ya que salgan los números que salgan a continuación no hacen caso de esos resultados e intentan maniobrar para cómo, hace unos años, declaró Arturo Mas: «…lo que las urnas no nos han dado lo hemos corregido en los despachos…».
Observo con asombro con que facilidad se pasa de unos ideales sólidos y profundos a otros ideales sólidos y profundo de signo totalmente opuestos. Reflexiono, así mismo, como los lunes, miércoles y viernes defienden X y los martes, jueves y sábados defienden Y; dejando el domingo para ver si Z es factible. Me imagino que “en habiendo” euros por medio, y no pocos, uno sin ética y sin vergüenza puede defender a Dios y al diablo al mismo tiempo. En conversaciones conmigo mismo me hago una pregunta: ¿Se comportarían igual si no se cobrara o se cobrara el salario mínimo interprofesional?¿Se comportarían igual si no hubiese por medio, pelotazos, amiguismos y enchufes varios? Pienso que no habría políticos.
Particularmente ningún partido político merece mis respetos porque no veo altura personal ni altura de miras al no poner delante de todo a España, a las autonomías y a las ciudades y pueblos correspondiente… antes los ciudadanos, y después el partido y por último,la propia persona. Soy consciente que muchos me dirán que no están de acuerdo, ¡faltaría más!, sólo vierto en estas líneas mi pensamiento en voz alta. Otra cuestión que me deja ‘ojiplático’ es el secretismo con el que se negocia todo. Eso sí, cuando aún no han tocado pelo, se les llena la boca de transparencia. Menuda semana y días nos esperan. A mí, no me interesa el resultado que de una negociación se da a conocer; lo que me interesa es la parte que no se da a conocer, pero está negociada. Verán ustedes que soy un iluso y me faltan, dirán, muchos hervores.
Pero sigo pensando que ‘cualquier tiempo pasado fue mejor’ y en el refrán: “otros vendrán que bueno te harán”. Tiemblo pensando en lo que está por llegar. Por supuesto que serán mejores trileros que los de ahora. Durante la pasada semana la recién nombrada -mejor, ratificada por un grupo de congresistas, pues nombrada lo fue por el señor Presidente del Gobierno- Presidenta del Congreso -tercera autoridad del estado- Meritxel Batet ha demostrado sus dotes de vendedora de humo y “escondedora” de la bolita con la suspensión de su condición de diputados de los presos que accedieron a la misma en las pasadas elecciones del 28 de abril… ahora la suspensión es nuestra, ahora la suspensión es del Supremo, ahora la suspensión es de los Letrados de la Cámara… en fin un despropósito. Y eso es lo que nos espera a nivel nacional. ¿Qué nos espera a nivel más próximo? Permanezcan, si no tienen nada mejor que hacer, atentos a la pantalla.
Para acabar, pido: Respeten las urnas o directamente; inviertan los euros en cuestiones más productivas para el pueblo; no convoquen a votar y negocien directamente entre ustedes. Fuera caretas. De todosmodos, seguiré pensando en la estafa de la política.
