PENSANDO EN VOZ ALTA : LEY TESTICULAR
PENSANDO EN VOZ ALTA
LEY TESTICULAR
Ninguna semana sin línea. George Sandafirmaba que escribir es liberar una corriente retenida: se abre el grifo o se cierra, a voluntad. Y Hemingway se obligaba a escribir con o sin ánimos: «si llega la inspiración que me encuentre escribiendo».
Es posible que ese viaje de la tinta por el papel sea a veces soliloquio y a veces muchedumbre. A horas, una lectura -esa amiga íntima tan olvidadiza-, en otras el contorno que forman los hechos, las figuras, los lances sociales cuando por azar tienen un extravío espiritual. A veces me gustaría que ese papel escrito fuera en el mundo no mucho más que un trozo de silencio.
Escribir todas las semanas una columna es un ejercicio de regularidad. Cuando uno se pone en camino no puede responder, de antemano, del resultado de la carrera; se echa a andar sin pensar en la longitud del camino. No entiende demasiado la resistencia que le ofrecerá este maratón. Pero el camino es largo, aparentemente, no tiene fin. Apenas si, en el curso de su marcha, nota uno mismo por las oscilaciones de su jadeo la capacidad que posee y los índices de su cansancio. A veces se le hace angustiosa la sensación de no poder parar. Sigue adelante.
La mayoría de las veces me siento delante del teclado sin saber sobre lo que voy a escribir… ni si pariré más allá de una docena de líneas. Siempre busco que echar a la mochila para transitar un lunes más. Busco, rebusco aquí y acullá y… hoy me tropiezo con esto: «Todo hombre mayor de 55 años debe reportar al alguacil del condado o a las autoridades locales inmediatamente cuando libera esperma». Están leyendo bien; esto lo señala el proyecto HB604 presentado por Dar’shun Kendrick, la líder de la minoría demócrata en el Congreso de Georgia -Estados Unidos-. Me he quedado mirando al techo durante muchos minutos, ¿tan desocupada está la gente para plantear esta ley? Tanto tonto suelto por el mundo es muy peligroso. ¿Cuánto tardará en aparecer alguien por España, proponiendo lo mismo?
Pero… esto no queda aquí, se continúa con lo siguiente: Amén de informar, a las autoridades, cada vez que eyaculen, tienen que pedir permiso a sus parejas para comprar Viagra y usar preservativo. De lo contrario, se exponen a ser acusados de «asalto agravado», tal y como recoge el proyecto de ley presentado. La propuesta quiereestablecer una «Ley de derechos testiculares». No acabo de creer lo que leo y sigo investigando, encontrándome que puede ser un tipo de “venganza” en forma de respuesta de un grupo de cinco legisladoras estatales a otro proyecto de ley que busca restringir el derecho a la interrupción del embarazo, conocido como «Ley del aborto del latido», que establece que un aborto es ilegal una vez que un médico puede escuchar el corazón del feto. La iniciativa que aún no ha sido asignada a ningún comité y tiene pocas probabilidades de ser aprobada en una legislatura controlada por una mayoría republicana, mayoritariamente compuesta por hombres, ha sido aplaudido por quienes se oponen a que el estado decida sobre la salud reproductiva de las mujeres.
“¿Ustedes quieren nuestros úteros? Nosotras vamos a ir por sus testículos”, indicó Kendrick en su cuenta de Twiter tras la conmoción creada por la propuesta.
Sin palabras me quedo y pienso si me quedaré sin lectores, pero, a medida que discurre el tiempo y a medida que uno se aleja de su punto de partida va adquiriendo la sensación de que se encuentra acompañado. Los lectores son para mí, como parientes desconocidos, como un séquito de familiares, con facultad para alentar o para discrepar, pero inexorablemente ciertos al contorno. Y yo pienso: esa turba de fantasmas amigos a los que has hecho una confidencia o con los que, sin saberlo, has tenido una constante comunicación, ¿no estarán también, como tú, deseosos de cambiar la marcha?
En principio, “Pensando en voz alta”, esta columna, no estaba ideada para cumplir ninguna misión determinada. Pudiera ser una simple pincelada literaria, o la expansión intrascendente de un ser que reflejara las realidades ‘inactuales’ de la vida, que afortunadamente son todavía muchas. Quien esto redacta se encuentra a menudo en la perentoriedad de abordar las cuartillas sin un tema preciso, de configuración sólida; en otras ocasiones el tema aparece redondo, contundente, sin una fisura, al alcance inmediato del lápiz…de cualquier forma y manera intentaré que todos los lunes llegue a sus manos esta humilde columna, que no es otra cosa que el resultado de estar pensando en voz alta… hoy en la ley testicular.