Rincón Literario de Paco Marín: «El vértigo de los suicidas»
TÍTULO: El vértigo de los suicidas
AUTOR: Rosa Huertas
EDITA: Editorial Alrevés (2024, octubre)
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 15 x 23 cm. Número de páginas: 199. PVP: 20,00 €. ISBN: 978-84-19615-98-5
Excelente debut de Rosa Huertas en un género que, por primera vez ‘patea’. Una historia, o mejor historias, muy común y ordinaria: soledad, aburrimiento, miedo, apatía… todo narrado con una claridad y sencillez que hace imposible dejar de leer. Personajes muy como cualquiera de nosotros.
Los lectores que seguimos a Rosa, creo, le vamos a agradecer esta variante en su devenir literario. Desde aquí la animo encarecidamente a que, de cuando en vez, nos haga regalos como “El vértigo de los suicidas” y a todos, los que estas líneas lean, que se hagan con un ejemplar y disfruten con su lectura. Disfrutarán de dos escritoras, en vez de una sola… Rosa y Sofía…
En un momento determinado, la protagonista, Sofía, comenta: «Soy una escritora mediocre, ni siquiera estaré en los festivales de novela negra porque me ignorarán». ¿Seguro? Hagan apuestas
«Cuando Sofía decide mudarse con su hijo a un nuevo domicilio tras su separación, no puede creerse su buena suerte: acaba de encontrar un precioso piso restaurado en pleno centro de la ciudad, decorado con exquisito gusto y muy asequible. Es perfecto para ella, allí podrá escribir tranquila y comenzar una nueva vida, que se augura feliz. Sin embargo, poco a poco sus rutinas en su nuevo hogar parecen enturbiarse: pronto su hijo se independiza y ella se queda sola con la única compañía, omnipresente, de Germán, su único vecino, que vive en el piso de arriba del antiguo edificio. Se trata de un hombre desaliñado, oscuro, turbio, que al principio la exaspera y luego hace que una difusa sensación de amenaza, de creciente pavor, se cierne sobre ella, hasta el punto de que Sofía comienza a sospechar si no tendría algo que ver con la muerte del anterior propietario de su piso, una muerte, a su vez, relacionada de una extraña manera con un suicidio ocurrido recientemente en su mismo barrio».
Rosa Huertas, autora reconocida y premiadísima por su impresionante trayectoria como escritora infantil y juvenil, se estrena, con esta novela excelente, intimista, narrada con un dominio magistral de la primera persona y del manejo de la tensión narrativa, en el género negro. “El vértigo de los suicidas” da cuenta de su sensibilidad, de su visión única y de su querencia por la composición de caracteres únicos que se quedan con el lector, que le acompañan como esos amigos de los que no puedes dejar de estar pendiente.
Rosa Huertas (Madrid, 1968) es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Murcia y profesora de educación secundaria y bachillerato de lengua castellana y literatura.
Antes de iniciarse en la literatura juvenil publicó varios libros de recopilaciones de cuentos, así como de cuestiones didácticas y de fomento de la creatividad, y como autora de libros infantiles y juveniles ha publicado más de veinte obras por las que ha merecido los más importantes galardones, como el Premio Hache de Literatura Juvenil 2011, el X Premio Alandar de Literatura juvenil en 2010, el XIV Premio Anaya en 2017 y, en 2018, el Premio Azagal. También ha obtenido, en 2015, el Premio Ciudad de Cartagena de Novela Histórica.
En 2019 publicó su primera novela fuera del ámbito juvenil, “Mujeres que leían”. En 2021 vio la luz “El tiempo que nos robaron”, y en 2023 publicó la novela histórica “Lazos de tinta”.
“El vértigo de los suicidas” es su primera novela negra.
Un auténtico placer departir con Rosa Huertas… Gracias…
P.- Por favor, presente a Rosa Huertas.
R.- Es una escritora conocida en el ámbito de la Literatura infantil y juvenil que también ha publicado novelas para adultos. Con esta novela se atreve a estrenarse en la novela policíaca. Ha sido docente vocacional durante varias décadas y se declara lectora voraz
P.- ¿Cuándo comenzó a escribir y por qué?
R.- A escribir, muy pronto. A publicar, muy tarde. En el primer caso, lo hice para que no se me olvidara un verano maravilloso que pasé en el Mar Menor. Después de llevar toda la vida escribiendo, me propuse intentar publicar cuando vencí mi inseguridad. Y salió muy bien a la primera. Necesitaba contar historias, perderme dentro de mi propia narración.
P.- ¿Qué le resulta más complicado escribir para público infantil/juvenil o adulto?
R.- Aunque parezca extraño, me resulta más fácil para adultos, aunque el proceso sea más largo y deba documentarme más cuando se trata de una novela histórica. Pero hay menos condicionantes que para una novela infantil/juvenil, que requiere unas pautas y la necesidad de atrapar al lector desde la primera página. El lector adulto te da más tregua.
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace «El vértigo de los suicidas»?
R.- Hace unos cuantos años comencé a escribirla. Fue una especie de reto. Había acudido a unas cuantas semanas negras acompañando a mi pareja, Fernando Marías. Habíamos hablado mucho del género y, a falta de una idea para escribir una juvenil, decidí intentarlo. La novela ha pasado por varias fases y se quedó a medio terminar cuando falleció Fernando. Solo fui capaz de acabarla cuando había pasado más de un año.
P.- ¿Ha habido documentación o todo es producto de su imaginación?
R.- Me documenté sobre asesinatos que se encubren como suicidios y casos reales de robos de coches y su venta fraudulenta. El resto, mi experiencia personal y mi imaginación
P.- ¿Qué puede llevar a una persona a suicidarse?
R.- Los suicidas quieren dejar de sufrir, no dejar de vivir. En esos casos se hace una autopsia psicológica. Sobre todo, si hay dudas de que se pueda tratar de un crimen encubierto.
P.- ¿Cuáles son sus géneros y autores favoritos?
R.- Leo bastante literatura juvenil, para aprender de los mejores. En España hay un buen número de autores excelentes. Me gustan las novelas intimistas, leo sobre todo autores (más autoras) españoles, italianos y franceses. En novela negra prefiero escritores nacionales y franceses (los nórdicos, tan de moda, no me convencen).
P.- Como lectora, prefiere ¿libro electrónico, papel o audio libro?
R.- Papel, sin duda. No acabo de acostumbrarme al electrónico, aunque supongo que acabaré claudicando, sobre todo cuando me sea difícil leer por el tamaño de la letra.
P.- ¿Que está leyendo ahora mismo? Recomiende, por favor, un par de títulos.
R.- Dos libros estupendos (nunca leo uno solo). “No todo el mundo”, es un libro de relatos magnífico de Marta Jiménez Serrano que presenta una serie de historias de parejas, cargadas de humor, ironía y realismo. No es difícil sentirse identificado con algunas situaciones. El otro es “La estrategia de pequinés”, de Alexis Ravelo, un excelente autor de novela negra (por desgracia recientemente fallecido). Un ejemplo evidente de lo que es una perfecta novela negra, los personajes me tienen fascinada.
P.- ¿Qué manías tiene a la hora de escribir?
R.- No sé si considerarlo una manía, pero solo puedo escribir de día. En cuanto se va el sol me resulta imposible. En verano me encanta madrugar porque amanece pronto y a esa hora es perfecto escribir, sin desayunar siquiera.
P.- ¿Como ve el panorama literario español?
R.- Muy bien. Se publica mucho, aunque creo que es más interesante lo que publican las editoriales pequeñas que los grandes grupos. Hay que saber buscar, no hay horas para leer tanto libro interesante.
P.- ¿Qué opinión le merece los festivales de novela negra?
R.- Solo he acudido como espectadora (de momento) y acompañando a mi pareja. Con el recorrí unos cuantos festivales y siempre era muy divertido. Conocí a una gente estupenda que contaba cosas sorprendentes. A Cartagena Negra he acudido varias veces, siempre que he podido, pues tengo buenos amigos allí y es un privilegio.
P.- Relate alguna curiosidad literaria personal que le haya ocurrido y no ha desvelado hasta ahora…si la hubiere.
R.- Me cuesta matar a los personajes, por eso es complicada para mí la novela negra. En una de mis novelas juveniles, mataba a un personaje (un tipo poco agradable) pero cuando ya estábamos con las pruebas de imprenta lo salvé, cambié el desenlace y no murió, solo resultó herido y perdió la memoria. En “El vértigo de los suicidas” me ha ocurrido algo semejante, pero no quiero destripar nada. Quien lea la novela lo comprenderá.
P.- Venda su libro ¿por qué hay que leer «El vértigo de los suicidas«?
R.- Quien lea la novela no se va a aburrir, lo aseguro. Vengo de la literatura juvenil donde no cabe que el lector se aburra y donde hay que atraparlo desde el principio. Va a encontrar una historia creíble, de personajes cotidianos que se ven envueltos en una trama que no controlan del todo. Podrían ser ellos mismos.
P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- El año próximo publicaré una nueva novela histórica para adultos y otra juvenil. Mi deseo es seguir escribiendo y encontrar quien me publique. Quizá el próximo año acuda como autora a algún festival de novela negra, a Cartagena, por ejemplo. Quién sabe.