TÍTULO: La Facultad
AUTOR: José A. Jiménez-Barbero
Prólogo de Antonio Parra Sanz
EDITA: Dokusou (2021) -Serie Salas-Reverte noir-
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 15 x 23 cm. Número de páginas: 304. PVP: 15,00 €. ISBN: 978-84-120953-7-1
De la mano de José Antonio Jiménez-Barbero llegan a nuestras bibliotecas dos personajes, Augusto Salas y Carmen Reverte, que ya conocimos en “El demonio escondido”. Dos actores que, como cada uno de nosotros, acusan el paso del tiempo. Augusto, policía jubilado y con achaques. Carmen, muy necesitada de cariño y ayuda.
En “La Facultad” el autor nos traslada a Granada, donde se ha cometido el asesinato de un catedrático de Psicología. Lo que, en apariencia, parece un homicidio más, se convierte en una montaña rusa de asesinatos, engaños, secuestros, tumbas… En fin, lo mejor es leer “La Facultad” y verán como paseamos por la vida misma: alegrías y penas, desamores y amores, risas y lágrimas, salud y achaques.
Han transcurrido dos años desde que Augusto Salas y Carmen Reverte esclarecieran una serie de crímenes cometidos en el prestigioso colegio Francisco de Asís. En la actualidad, ya retirados de la Policía, dirigen una exitosa agencia de detectives ubicada en el centro de Murcia. Su rutina se ve alterada cuando reciben el curioso encargo de resolver el asesinato de un famoso catedrático de Psicología. En esta ocasión, Salas y Reverte deberán adentrarse en el opaco mundo universitario para investigar un extraño crimen aparentemente dormido. Pronto descubrirán que la víctima, Rodrigo Blatt, escondía un turbio pasado en el que se entremezclan tramas de corrupción, sexo y luchas de poder. Pero sus pesquisas podrían haber puesto muy nervioso a alguien de la propia Facultad que desea que la muerte del profesor continúe siendo un misterio, y que no dudará en matar para conseguir su propósito.
Pasen y lean. Enriquecerán su alma.
José Antonio Jiménez-Barbero (Barcelona, 1975) reside en Murcia. Tras varios años como agente de policía, y después, enfermero especialista en salud mental, actualmente ejerce como profesor en la Facultad de Enfermería de la Universidad de Murcia. Obtuvo el doctorado en 2013 con una tesis sobre la violencia escolar y los problemas de conducta en adolescentes, y dirige varias líneas de investigación sobre el tema.
Basadas en la amplia experiencia profesional y académica atesorada a lo largo de esos años, sus obras de ficción abordan la psicología infantil y juvenil desde una visión cruda y realista de su problemática.
Sus obras publicadas son: “El niño que no quiso llorar” (2016). Esta novela ha sido traducida al inglés bajo el título “The boy whowould not weep” y al portugués –“O menino qui nao quis chorar”-. Trilogía de un psicópata adolescente (2016-2019). “Los viajes de Ariadna” (2017). “El demonio escondido” (2018).
Así mismo ha realizado incursiones en el mundo del humor autobiográfico (“Desventuras de un padre novato” (2017)), y el terror (“Cuentos Oscuros”, (2015)).
En Murcia departimos con José Antonio Jiménez-Barbero… Un placer…
P.- Recuerde, por favor, quién es José Antonio Jiménez-Barbero.
R.- José Antonio es un profesor de la Universidad de Murcia, además de enfermero y expolicía, que ha tenido el inmenso privilegio de haber visto publicada alguna de las novelas que ha escrito. Por lo demás, padre y marido feliz, sin más pretensión que la de seguir viendo crecer a sus hijas.
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace «La Facultad»?
R.- El mismo día de la presentación de “El demonio escondido” llevé a mis editores el borrador del primer capítulo y les pedí opinión. La idea original era la de crear una novela en el que se reflejara de alguna manera lo que se puede cocer entre los despachos de una universidad española, pero más tarde comprendí que sería el marco idóneo para que regresaran Salas y Reverte.
P.- ¿Por qué Granada?
R.- Es la ciudad de mis padres y mis abuelos, donde yo he pasado parte de mi infancia, y quería rendirle este pequeño tributo. Además, Granada es una de las ciudades españolas con más tradición universitaria y por lo tanto resulta el escenario idóneo para una historia negra sobre el mundo académico.
P.- ¿Podemos leer «La Facultad» sin haber leído «El demonio escondido»?
R.- Perfectamente. Aunque aparecen referencias a la primera novela sobre Salas y Reverte, se aclaran de manera suficiente como para que el lector pueda seguir la historia sin perderse. Además, es como la anterior, auto conclusiva, es decir, se cierran trama principal y subtramas al término de la misma, sin dejar cabos sueltos.
P.- ¿Tiene previsto cuál será su próximo escenario?
R.- De momento no; ni siquiera tengo claro ahora mismo si podrían o deberían continuar. Si lo hacen, el regreso de Salas debe estar suficientemente justificado. Creo que en este caso debo ser sumamente respetuoso con los dos protagonistas y es posible que necesiten un tiempo para encontrarse a ellos mismos. En cuanto al escenario, si se diera una nueva entrega, no me preocupa en exceso. Es probable que salgan de España, aunque sea brevemente, pero la mayor parte de la historia transcurriría en nuestro país. No me sorprendería demasiado que esta vez visitaran cierta ciudad milenaria de la costa levantina… Cartagena es el marco ideal para cualquier novela negra.
P.- La novela negra en ambientes universitarios ¿es un nuevo género o un subgénero negro?
R.- Podría ser… existe ya suficiente producción de novelas negras ambientadas en el ámbito académico para ello; “Los crímenes de Oxford” podría ser un buen ejemplo. Por otra parte, también se ha hablado de un género que han dado en llamar “campus novel” o novela académica, pero que no precisa que se trate de temática policíaca. Si hablamos en términos de subgénero, también podría considerarse un subgénero de esta. Quizá depende si el escenario es la excusa para el desarrollo de la trama policíaca o al revés.
P.- ¿Cómo está toreando al bichito Covid-19? ¿Ha tenido la tentación de recrear algo teniéndolo como personaje?
R.- De momento he optado por considerarlo como un evento pasado y superado en todo lo que he escrito desde que se declaró la pandemia. No he querido usarlo como parte de ninguna trama porque todo es demasiado reciente, demasiado presente, y aún, al menos para mí, resulta doloroso tratarlo en la ficción. En algún caso he introducido alguna referencia a la pandemia, de pasada, como un suceso histórico del pasado, porque es imposible obviarlo. En el caso de “La Facultad”ni siquiera eso, ya que la acción es anterior a 2020.
P.- ¿Qué está leyendo ahora mismo? Recomiende, por favor, un par de títulos.
R.- En estos momentos estoy bregando con dos títulos precisamente: “La muerte es un asunto solitario”, de Ray Bradbury quien, como sabemos, es más conocido por la literatura fantástica y ciencia ficción (“Crónicas marcianas”, “Farenheit 451”), pero que con esta obra se marca una estupenda novela negra; y “Los miserables”, de Víctor Hugo. Esta ha sido para mí un descubrimiento; la conocía de referencia, claro, pero nunca me había atrevido con ella. Sin embargo, he descubierto que, además de histórica y política, su trama es en el fondo una gran novela negra.
P.- Venda su novela, ¿por qué hay que leer «La Facultad»?
R.- Soy muy mal vendedor. No sabría hacerlo, en serio. Solo pediría una cosa a un hipotético lector: denle una oportunidad: veinte, quince páginas, no pido más. Si no les convence para entonces déjenla sin remordimientos, no es su novela.
P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- De momento, ayudar en lo que pueda en la promoción de “La Facultad”; creo que forma parte de las obligaciones de un escritor colaborar en lo que se pueda para que llegue al máximo número de lectores. A medio plazo, ahora mismo no estoy escribiendo nada: me hallo en ese interludio que me concedo entre el fin de una novela (terminé de corregir la última en enero), y el comienzo de la siguiente. Al respecto, estoy planificando una novela de estilo epistolar de la que aún no tengo demasiados detalles.
