Rincón Literario de Paco Marín: «La memoria de los justos»
TÍTULO: La memoria de los justos
AUTOR: Juan A. Pérez
EDITA: Cosecha Negra (2024, septiembre)
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 15 x 23 cm. Número de páginas: 350. PVP: 19,00 €. ISBN: 978-84-129199-0-5
Mi contacto con Juan A. Pérez (Jan Alan) se remonta, si mal no recuerdo, a diecisiete años. Cuando presenté su primera novela “El Apostata”. Tengo que confesarles que lo he seguido todos estos años y he visto como ha ido mejorando, tanto en su redacción como en la presentación de las tramas y argumentos. Espero y deseo que siga en esta línea.
“La memoria de los justos” es una historia compleja y, pienso, difícil de redactar sin perderse en datos y personajes. Dos, o tres, escenarios con sus correspondientes protagonistas y hechos. Años cincuenta del pasado siglo, año 2018 y entre ellos, años setenta y noventa del siglo veinte. Poco a poco Juan A. Pérez hace un ganchillo perfecto hasta presentarnos una obra más que notable, amen de un gran paseo por lugares próximos y conocidos por casi todos.
«La extraña desaparición de su madre en una residencia para personas de la tercera edad convulsiona la tranquila vida de la inspectora Lucía Alcaraz. No hay testigos, no funcionaban las cámaras, nadie ha visto nada. La inspectora Lucía se encuentra en la obligación de descubrir qué fue de su madre, Carmen, y qué hay detrás de su extraña desaparición.
El caso recae sobre el teniente de la Guardia Civil, Ricardo Segado, pero Lucía consigue el permiso de su jefe para participar en el mismo. Un caso que, en poco tiempo, va implicando a más personas que aparecen en una fotografía antigua que guardaba su madre y que encontró Lucía entre sus cosas. Una fotografía que se remonta a la infancia de su madre en Corvera por los años 50. Las muertes que van apareciendo, y que responden a esos niños presentes en la fotografía, llevan a Lucía y a Ricardo a profundizar más en ese pasado de Corvera».
Dos casos separados por más de sesenta años y muchas incógnitas por resolver, donde la huidiza memoria y la venganza pueden jugar un papel decisivo.
Juan A. Pérez (1972), natural y residente en Cartagena. Es diplomado en Publicidad y Marketing. Se marchó a Barcelona en 1995 por motivos laborales y es allí donde comienza su afición literaria creando una revista, junto con otro compañero de trabajo, llamada D-GeneraciòX.
No se considera de ningún género en concreto, sino más bien ‘un creador de historias’. Regresó a Cartagena en 1998 y ganó el premio especial ‘villa de Fuente Álamo’ de relatos cortos en 1999 con el relato “Diecinueve días” donde adoptó el pseudónimo de Jan Alan y con ese mismo pseudónimo publicó su primera novela “El Apóstata” en 2007. Desde entonces no ha cejado en su empeño de leer y escribir cada día. Ha escrito también más de 50 relatos cortos, incluido algunos microrrelatos. A su debut con “El Apóstata” le siguió “El Apóstata II”, “Creo que estoy muerto”, “Malicia”, “El testamento de Atlantia”, “El creador de historias”, “Rowie; crónica de un vampiro psíquico”, “El camino del lobo” y por último una colección de nueve relatos titulada “Historias del alma negra”.
A pesar de no ceñirse a un género en concreto, sus preferencias van por el suspense, novela negra, de terror y ciencia ficción. Actualmente pertenece a la AESCT (Asociación de escritores de Cartagena) y a la UNEE (Unión Nacional de Escritores de España).
Un placer departir por primera vez con Juan A. Pérez… Gracias…
P.- Por favor, díganos quién es o fue Jan Alan y quien es o será, de aquí en adelante, Juan A. Pérez.
R.- En realidad, Jan Alan es el pseudónimo que utilizo desde hace ya dieciocho años y Juan Aparicio Pérez es mi verdadero nombre. El hecho de emprender ahora una nueva etapa significa, más que cambiar de registro, una forma de darme a conocer con mi nombre. Lo que sí me he dado cuenta es que mucha gente me conoce más como Jan Alan que como Juan A. Pérez, pero bueno… imagino que es normal. Decir también que sacaré alguna novela más como Jan Alan, aunque la idea es sacar más con el nombre de Juan A. Pérez, sobre todo thriller o novela negra.
P.- ¿Ha sido complicada la toma de esta decisión?
R.- Sí, realmente sí. Le he dado muchas vueltas y cambiar a estas alturas de nombre… no es nada fácil. Me perjudica más que beneficia.
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace «La memoria de los justos»?
R.- La idea nace de una reflexión sobre la memoria, el por qué recordamos algunas cosas y otras quedan en el olvido o deformamos su recuerdo, como si fuese un acto defensivo de nuestra mente. Me he dado cuenta mirando hacia atrás, que me resulta más fácil recordar las cosas buenas que las malas e imagino que es lógico que nuestra mente utilice este mecanismo de defensa. También me ha servido como homenaje a la vida de mi abuelo Juan Pérez y de las muchas cosas que me contaba de cómo veían las cosas de forma más sencilla de lo que hacemos ahora.
P.- ¿Cómo se ha documentado para redactarla?
R.- Hay varias etapas en el proceso de construcción de esta novela. La primera es que quería un personaje femenino que llevase el peso de la investigación, y entre ella y la voz de su madre cuando era niña, son las dos mujeres que llevan la primera persona de esta historia. También he sabido escuchar a familiares mayores que vivieron en los lugares donde se desarrolla una parte de la historia. He recorrido esos lugares mientras elegía uno de los escenarios y preguntado a personas que conocían a familiares que vivieron allí de muy jóvenes. También vivencias mías que me ocurrieron cuando niño, aunque mezcladas con ficción, porque no deja de ser una obra de ficción. Hay lugares reales, pero mezclados con personajes y hechos totalmente ficticios.
P.- Muchos son los personajes que la componen ¿Se ha perdido mentalmente, en algún momento?
R.- Bueno, realmente no, porque me hago de fichas de personajes que los tengo muy presentes siempre, pero sí es complicado mantener tantos personajes durante tantas páginas y capítulos. Lo más duro es que todo cuadre al final y que la gente sepa interpretar lo mismo que tú. Eso requiere muchas revisiones y un poco de locura sí que sobrevuela siempre.
P.- ¿La considera su mejor novela, hasta este momento?
R.- Cuando uno saca una obra nueva siempre considera que es la mejor, porque de lo contrario sería engañarme a mí mismo y, de paso también a los posibles lectores. El tiempo dirá en qué lugar queda, pero sí es cierto que me apetecía mucho escribir este tipo de historias ahora. Leo mucha literatura de este tipo y series también. Con lo cual sí, creo que es lo mejor que puedo haber escrito.
P.- ¿Volverá, en algún momento, Jan Alan?
R.- Sí, de hecho, tengo una idea para una secuela de “El testamento de Atlantia” de 2013, aunque no creo que sea la próxima, pero sí que saldrá en pocos años y lógicamente firmada por Jan Alan. Más allá de esta obra… no lo sé. Dependerá de muchas cosas.
P.- Venda su novela, ¿por qué hay que leer «La memoria de los justos»?
R.- Porque es una novela que te atrapa desde la primera línea y se hace fácil de leer y seguir. Es una historia a dos bandas, entre el pasado y el presente, dos casos separados por sesenta y cuatro años que guardan relación entre sí, y te enseña que la culpa siempre regresa a la memoria cuando tocas la tecla adecuada. Tiene intriga, tensión y una historia que perfectamente podría ser real con personajes que, a menudo, parecer jugar a dos bandas.
P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- Lo primero es difundir todo lo posible esta novela, porque creo que podría gustar a los amantes del género de suspense o novela negra. Y también decir que ahora mismo estoy de lleno en la creación de otra novela que continuaría la saga de la inspectora Lucía Alcaraz y que promete ser igual de adictiva, o más, que esta. “La memoria de los justos” lleva escrita unos dos años, más o menos.