Rincón Literario de Paco Marín: «Yo maté al Caudillo y otros relatos»
EL PRÓXIMO DÍA 12 PACO LÓPEZ MENGUAL SERÁ EL INVITADO DE “LOS JUEVES LITERARIOS EN EL TEATRO ROMANO” A LAS 18:30 HORAS. POR LO QUE RECORDAMOS LA OBRA DE LA CUAL HABLAREMOS.
TÍTULO: Yo maté al Caudillo y otros relatos
AUTOR: Paco López Mengual
EDITA: Tirano Bandera (2024, mayo)
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 13,4 x 21 cm. Número de páginas: 152. PVP: 10,00 €. ISBN: 978-84-127005-9-6
Me resulta muy difícil señalar cuál de las obras de Paco López Mengual es la que más me ha gustado, con cual he disfrutado más; porque con todas y cada una de ellas he disfrutado y me encantan. De todas guardo un recuerdo especial.
Destacar alguno de los doce relatos que alberga este ejemplar es muy complicado, más he de señalar que me ha llamado poderosamente la atención “Fenómenos”, el primero. Todos tienen un “que, se yo” que te engancha. ¿Qué decir de “Yo maté al Caudillo”? Al acabar de leerlos te quedas con ganas de más y pensando ¿cuándo tendré en mis manos, el próximo?
Siempre nos han contado que Franco murió en la cama de un hospital, el día 20 de noviembre de 1975. Pero la increíble historia que confiesa en este libro el, ya desaparecido, escritor falangista Salvador Pellicer cambia de forma rotunda la versión oficial de los hechos.
Paco López Mengual, en “Yo maté al Caudillo y otros relatos”, nos invita a entrar en su mundo de incorrección política, humor, irreverencia y magia.
Mujeres barbudas embarazadas, pollos que nacen en una nevera, escritores que sueñan con matar a Franco y hombres a los que les brota una cornamenta en la frente, conviven en estas páginas junto a exploradores en pantalón corto por la Guinea española, maridos muertos que vuelven a llamar a la puerta de su viuda y cazadores de unicornios, basiliscos y sirenas. Un mosaico de extravagantes personajes agrupados en doce relatos asombrosos, difíciles de olvidar.
Pasen y lean: “Fenómenos”, “Zapatos”, “El primito Serafín”, “Once pollitos”, “Yo maté al Caudillo”, “Tango”, “Arturo”, “Mi abuelo, el explorados”, “El cazador de sirenas”, “Dos tumbas”, Oreja de queso” y “La poza negra”.
Paco López Mengual (Molina de Segura, Murcia, 1962). Nace en el seno de una familia de comerciantes. Tras cursar estudios de Magisterio en la Universidad de Murcia se incorporó al negocio familiar. En la actualidad, regenta una mercería en su ciudad natal, actividad que compagina con su labor literaria.
Paco López Mengual es un autor tardío. No comienza a escribir hasta después de cumplir los cuarenta años. Su primera novela, “La Memoria del barro” apareció publicada en 2005, desde entonces su actividad literaria ha sido muy fructífera. Su estilo ágil y efectivo a la hora de narrar una historia es lo más apreciado por los lectores. Su obra es lectura para los estudiantes de varios centros de secundaria y ha sido traducida al portugués. Algunas de sus obras han sido materia de estudio en congresos universitarios celebrados en Pittsburg y Washington.
Aunque la actividad literaria de López Mengual se centra principalmente en la novela, también escribe relatos cortos. Colabora como articulista literario en la revista digital Editanet y en el periódico La Opinión, donde escribe diariamente una columna bajo el título ‘La vida en un post-it’.
Es colaborador de la emisora de radio Thader FM y de la cadena de televisión ‘Canal Ocho’.
Ha publicado las novelas, “La memoria del barro”, “El mapa de un crimen”, “El último barco a América”, “Maldito Chino”, “El grafiti del Cid”, “Ejecutar a Otto Maier” y “Yo, don Juan Manuel”; cinco libros de relatos, “La mansión de los mutantes”, “La pistola de Hilarito”, “Un paseo literario por calles de Murcia”, “Crónicas y romances de Murcia”, “Cuentos de miedo para jóvenes valientes” e “Historias de mostrador”; dos libros de viajes, “Recuerdos de Lisboa” y “Unos días en París”; y los relatos infantiles “¿Te cuento un cuento?” y “El viaje del gusano Susano”. Colaborador de varios medios de comunicación, es también autor de las obras de teatro “La entrega de Mulinat as Sikka” y “Malnacido”.
Es miembro de la asociación ‘La Molineta Literaria’ y de ‘La Muy Leal y Noble Orden del Meteorito de Molina de Segura’.
La novela “El mapa de un crimen” está traducida al portugués.
Un auténtico placer departir, de nuevo, con el gran Paco López Mengual… Gracias mil…
P.- Por si hay algún despistado. Recuerde brevemente quién es Paco López Mengual.
R.- Es un mercero que, de cuando en cuando, escribe, y cuyo mostrador es el balcón desde donde mira el mundo, el lugar de donde salta las chispas que originan sus historias. Historias de temática muy variada y escritas en diferentes formatos: novela, relato, libros de viajes, infantiles, teatro, artículos, prensa…
P.- ¿Qué le da más trabajo: la mercería, la escritura o la edición?
R.- Sin duda, la mercería; es el lugar donde paso la mayor parte del tiempo. La escritura es una pasión a la que sólo me entrego cuando tengo cosas que contar. La edición está en manos de mis compañeros de la editorial, yo solo echo una mano y hago bulto.
P.- Veinte libros publicados. ¿Pensó que llegaría tan lejos, cuándo comenzó a escribir?
R.- Jamás. Cuando terminé el primero, “La memoria del barro”, fui el primer sorprendido. ¿Esto lo he hecho yo? No era consciente de que yo fuera capaz de escribir un libro…; y pensé que alcanzar seis o siete lectores sería todo un éxito… A veces, cuando miro por el espejo retrovisor y veo el trabajo desarrollado durante los últimos 15 o 16 años, me sigo sorprendiendo. Siento vértigo cuando me veo entrevistado en un programa de TVE a nivel nacional, manteniendo una videoconferencia con una clase de estudiantes de Texas, recibiendo correos de lectores de Buenos Aires o Ciudad de México, o siendo leído en IES de Zaragoza, Madrid o Vigo… Yo no tenía previsto ser escritor, jamás llegué a imaginarlo.
P.- ¿Por qué nace «Yo maté al Caudillo y otros relatos»? ¿Rescata algún que otro texto publicado anteriormente?
R.- “Yo maté al Caudillo” nace del deseo de agrupar en un libro relatos escritos a lo largo de los últimos 15 años. La mayoría son textos que andaban desperdigados por el interior de mi ordenador; aunque hay cuatro, de los doce, que habían aparecido publicados en ediciones ahora descatalogadas y los he recuperado. Tengo muchos más escritos, pero he seleccionado estos doce, que tienen como denominador común el realismo mágico, el humor y la irreverencia.
P.- ¿Qué es más duro de relatar: ficción o realidad?
R.- No sabría qué contestar. Una obra de ficción, aunque se trate de un auténtico disparate, debes dotarla de verosimilitud para que parezca realidad; al contrario, para que una historia real sea atractiva al lector debes dotarla de elementos y detalles que sorprendan tanto como un disparatado cuento de ficción. Son las dos caras de una misma moneda.
P.- ¿Qué le atrae más: los personajes reales o los estrafalarios?
R.- Me interesan los personajes reales peculiares. En cierta forma, todos tenemos un punto de estrafalarios. Me interesan los personajes poliédricos, no los planos.
P.- Venda su libro, ¿por qué hay que leer «Yo maté al Caudillo y otros relatos»?
R.- Para mí, un libro debe ofrecer al lector entretenimiento. Siempre busco que la persona que dedica unas preciosas horas de su vida a leer lo que has escrito se lo pase bien, intento contarle una buena historia y hacerlo de la mejor manera que sé. Yo cuento una historia y cada uno la digiere a su manera; no tomo partido, no tengo vocación de catequista ni de adoctrinador. Creo que los doce relatos que aparecen en este libro no van a dejar indiferente al lector.
P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- Es tal el cúmulo de proyectos que se agolpan en mi cabeza que no puedo pensar más que a corto plazo, no puedo pensar más allá del verano… Ya habrá tiempo. Ahora mismo estoy con un juego de mesa inspirado en mi libro infantil “El viaje del gusano Susano”, con la edición en inglés de “Paseo por historias y leyendas de Cartagena”, con la participación en un libro de textos históricos relacionados con las fiestas de ‘Moros y Cristianos’, con el inicio de una novela que ya me pide paso, acudiendo a clubes de lectura con diferentes obras, promocionando a “el Caudillo”, haciendo de juglar por calles, sierras y cementerios… En fin.